El permiso familiar retribuido es un recurso legal cuyo uso permite que un empleado siga recibiendo prestaciones y paga de su empresa, aunque tenga que ausentarse del trabajo por motivos familiares.

Los motivos relacionados con la familia incluyen la necesidad de un empleado de cuidar a un familiar gravemente enfermo, la necesidad de un empleado de establecer un vínculo con un nuevo hijo y la necesidad de un empleado de asistir a un «evento calificado debido al despliegue militar de un miembro de la familia».

Los empleados que disfrutan de un permiso familiar retribuido pueden recibir compensación y prestaciones durante un máximo de ocho semanas. La compensación del empresario a un empleado que disfruta de este tipo de permiso suele ser del sesenta al setenta por ciento del salario semanal del empleado. Además, el empleado podría obtener un permiso familiar retribuido después de veintiséis semanas consecutivas de empleo si trabaja al menos veinte horas a la semana.

El permiso familiar retribuido sólo proporciona prestaciones e indemnizaciones, y no protege necesariamente el puesto de trabajo del empleado. Por lo tanto, el empleado podría volver de su permiso familiar retribuido y descubrir que ya no tiene el mismo puesto de trabajo o que le han despedido. Es importante señalar que un empleado no puede utilizar su propio estado de salud grave como motivo para que se le conceda el permiso familiar retribuido.

Para tener derecho a un permiso familiar retribuido, el trabajador tiene que cumplir con los siguientes requisitos:

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